Ricardo Miojevic: “En nuestros 30 años como empresa, los primeros 15 no había reuniones. Pero hay que aprender a hacerlas, a darles un marco de orden y previsibilidad, y a cumplir luego con lo que se decide en ellas”
En este segundo bloque, Ricardo Miojevic, cofundador de la firma santafesina Exintrader, explica cómo fueron evolucionando en la incorporación de la segunda generación familiar de cada uno de los socios.
BLOQUE 2
CL: Bien Leonardo, tenemos ahora, en nuestro segundo bloque, un invitado que creo que, como siempre con nuestros invitados que son de origen empresarial, va a contarnos en primera persona su trayectoria y su vínculo con el mundo de la empresa y la familia, ¿verdad?
LG: Efectivamente, nuestro invitado tiene mucho para decir, y en particular en este momento, muy particular para él, para las familias empresarias involucradas y para la empresa, porque se están por mudar a su nueva sede. Y esto es un hecho muy significativo, tanto para ellos como para su comunidad. Así que presentamos aquí a Ricardo Miojevic, el titular de Exintrader. Ricardo, buenos días.
Ricardo Miojevic: Buen día Carlos, buen día Leo.
CL: Buen día Ricardo, gracias por estar acá.
RM: Por favor. Buen día a toda la audiencia y, bueno, un placer estar conectado con ustedes.
CL: Ricardo, a veces uno desde afuera de una empresa no llega a dimensionar qué implica moverse, mudarse, porque a veces es visto como algo, no te diría rutinario, pero algo relativamente sencillo, y no es el caso de ustedes me parece.
RM: Bueno, una mudanza implica un montón de movimientos, hay que tener una logística importante, y todo el proceso bien planeado, si uno pretende hacer la mudanza sin cerrar y sin dejar de atender a los clientes, como fue el caso nuestro. Ya estamos acá desde hace tres días, y lo logramos de alguna manera, estuvimos trabajando también el fin de semana. Hace tres meses que iniciamos el proceso y ya lo terminamos, estamos instalados y funcionando, así que bien.
LG: Le podés contar a la audiencia a qué se dedica la empresa, cuál es la historia de la empresa.
RM: Nosotros somos una compañía importadora de autopartes, empezamos hace 30 años, tenemos la representación exclusiva en Argentina de algunas multinacionales del rubro, bastante conocidas, y distribuimos los productos en todo el país, tenemos presencia en todas las provincias argentinas a través de nuestros distribuidores. Somos especialistas en piezas para el sistema eléctrico de todo tipo de vehículos, con tendencia especialmente a lo pesado, al transporte, a la maquinaria vial, minera, agrícola, hay un poquito de todo.
CL: ¿Y cómo fue el origen? ¿Quiénes fueron los fundadores y cómo se conocían de antes?
RM: Nosotros estamos en una comunidad muy pequeña, Carcarañá, en la periferia de Rosario. Acá nos conocemos casi todos, y tenemos todavía mucha participación en el Club Atlético Carcarañá, una institución centenaria, es el club más grande de la ciudad. Ahí estábamos en contacto permanente con un par de amigos, de ellos uno era contador, el otro bancario, y yo era el que conocía el gremio, digamos, trabajaba como vendedor de una fábrica que estaba cerrando, tenía la representación de esa compañía en todo el litoral y parte de la provincia de Buenos Aires, a principios de los 90. Y de alguna manera, en las conversaciones de amigos que teníamos, surgió la posibilidad de comenzar con un emprendimiento para reemplazar por productos importados esas piezas que ya esta fábrica iba a dejar de producir.
CL: Es decir, eran amigos que imagino estaba rondando los treinta y algo, que habían tenido una carrera profesional, y eligieron lanzarse al negocio propio, compartido.
RM: Sí. Fue una cosa que empezó una noche, a las dos de la mañana estábamos hablando del tema, a la noche siguiente fuimos a cenar juntos y al tercer día hicimos el borrador del contrato en mi casa, en una maquinita de escribir. En esa época sin grandes aspiraciones, las cosas se fueron dando. Realmente todo lo que nosotros hicimos de ahí en adelante, todo lo que logramos fue consecuencia de un trabajo bien hecho, sin que hayamos trazado nada extraordinario, trabajamos mucho y las cosas se fueron consiguiendo.
CL: Y además imagino que en ese comienzo era una empresa de socios y de amigos, pero la cuestión familiar todavía era lejana como problema, ¿no? No tanto como problema, sino incluso como tema.
RM: Sí, es bastante gracioso, porque en ese momento yo consulté a muchos clientes de muchos años en el gremio, y entre ellos había varios clientes que tenían sociedades familiares exitosas. Y todos me dijeron: “mirá, la familia tiene que estar afuera del negocio, ustedes son tres amigos”. Y tomamos un compromiso entre nosotros, de que nuestras esposas y los hijos no iban a trabajar en la compañía. Pero era fácil en ese momento, porque nuestros hijos tenían tres o cuatro años. Pero curiosamente todos esos clientes, amigos, que me aconsejaron en su momento, terminaron con las sociedades disueltas, fueron cuatro casos puntualmente, y los cuatro terminaron mal, separados de sus socios. Nosotros tomamos ese compromiso, lo cumplimos, pero pasó la vida, los hijos estudiaron, fueron a la universidad, se hicieron profesionales, uno de los socios murió, el otro se retiró más adelante, y naturalmente los hijos fueron ingresando a la compañía, hoy están siendo responsables por gran parte de la operatoria acá.
CL: Y además hay otra cuestión que me parece interesante, según lo que me contó Leonardo, que es que obviamente empezaron tres amigos varones y ahora aumentaron enormemente la proporción de mujeres, porque la biología lo quiso así.
RM: Sí, acá, dentro de la sociedad, el único varón soy yo, estoy luchando por la igualdad de género. (Risas)
CL: Bueno, ahora los tiempos han cambiado mucho, pero sigue siendo un gremio donde las mujeres tienen que pisar fuerte para que les den importancia, con lo cual la pelea habrá sido adentro y afuera.
RM: Sí, la verdad que en el caso nuestro se está llevando muy armónicamente, hablo de la relación con la clientela, que definitivamente es un gremio masculino, pero se van dando las cosas. Efectivamente, uno de nuestros principales distribuidores está en General Pacheco, es un cliente muy grande, y también, el fundador tuvo tres hijas mujeres y están ellas al frente de la empresa. Nuestra compañía está desde hace varios años, conmigo como representante, integrando la comisión directiva de la Cámara de Comercio en repuestos automotores, y hace 15 días se hizo la asamblea N° 60 de la cámara, y por primera vez en 60 años se integró una chica, una señora joven, a la comisión directiva. Y fue muy emotivo, de alguna manera, porque la presencia de Erika, que así se llama, fue extraordinariamente bien recibida por todos, la elogiábamos todos, y le va a dar también una mirada… las mujeres tienen otra mirada y a veces es positivo ¿no?
CL: Sí, por supuesto. A mí me llamó la atención, no sé Leonardo si quería intervenir, hay una frase que ustedes tienen en la presentación del sitio web de la empresa, que es que ustedes apuntan a largo plazo y le dicen que no al oportunismo. Eso es algo que mirado, además de la cuestión de los negocios, desde la cultura de la organización, tiene bastante que ver con esta transición que han podido hacer supongo.
RM: Sí, la verdad es que yo siempre digo y le transmito acá al equipo joven que tenemos, que tampoco es ninguna novedad lo que voy a decir, pero hay muchos caminos para llegar al mismo lugar. Y nosotros, ya con unos años en el lomo, y después de 30 años de trayectoria como empresa y 45 míos particular en el gremio, en un país tan inestable como Argentina, hemos superado, hemos visto crisis de todo tipo, desde golpes militares, interrupción de los procesos democráticos, hiperinflaciones, altos funcionarios del gobierno que renunciaban…
CL: Dólar muy barato, dólar muy caro.
RM: De todo, de todo. Y es muy fácil enloquecerse en medio de esos procesos, o tomar decisiones apresuradas y desesperadas en pos de proteger el capital de la empresa. Pero lo que hemos visto a través de los años es que los negocios después se terminan reacomodando, pasan meses, pasa un año, pasan dos, y la cosa vuelve a reacomodarse. Entonces de alguna manera no queremos dejarnos enloquecer por estas circunstancias… Tenemos que proteger nuestro negocio ayudando a trabajar a los que nos dan de comer todos los días, que son los clientes. Y para eso tenemos que sacrificar a veces alguna cosa, en pos de mantener la rueda girando, pero mantener esta rueda luego nos va a devolver lo que sacrificamos ahora… Me parece que el cortoplacismo es algo que nos hace muy mal a todos. Nosotros lo intentamos acá, a veces es difícil, pero intentamos mantener esa premisa.
CL: Está clarísimo. Leonardo, vos querías comentar algo.
LG: Sí, quería que cuentes, Ricardo, cuál es el secreto para mantener la continuidad de una empresa multifamiliar. Porque tiene sus particularidades…
RM: Sí, tiene sus particularidades. Me parece que nosotros, todos, hemos hecho un aprendizaje en estos años, somos por ahí las generaciones más veteranas los que tenemos que cambiar más. Pero una de las cosas que yo particularmente comprendí en estos años, es que también el tema de la sucesión y los cambios dentro de las sociedades es un proceso que no se detiene. Nosotros, cuando hicimos ese primer contrato tan simple y tan corto con mis dos socios originales, pensamos que ese era un contrato para toda la vida, y la verdad no es así. 20 años después las familias son otras, hay gente que desaparece, gente que aparece, aparecen jugadores dentro de la familia que era impensado que participaran y terminan participando. Entonces es un proceso dinámico que no se va a detener. Nosotros ahora estamos ordenados, y con la segunda generación trabajando acá adentro. Dentro de 20 años va a estar la tercera generación dando vueltas, ya será más gente. Seguramente habrá alguno artista, otro será abogado como Leo, otro periodista como vos, Carlos, pero quizás alguno quiera venir a trabajar a la empresa, quizás quieran venir todos… Pero esos procesos, teñidos por la subjetividad de nosotros, los padres, teñidos por el cariño, a veces no dejan ver las cosas con la claridad que tiene que ser. Pero es un proceso que hay que transitar y superar, para que la empresa siga viva, porque, como Leo ha dicho en muchas oportunidades, buscamos la prosperidad de la empresa y la felicidad de las familias. El tema es lograr las dos cosas juntas, porque tener una empresa próspera y las familias peleadas y en una mala relación… O que las familias sean felices veraneando en Cariló pero la empresa esté medio fundida también es posible. Lo difícil es combinar ambas cosas, seguir adelante con la familia en armonía y con la empresa creciendo.
LG: ¿Y cuáles son los ámbitos para la toma de decisiones en la empresa?
RM: Nosotros, con la ayuda profesional también tuya, hemos aprendido a hacer reuniones, cosa que no hacíamos. Teníamos una empresa muy chica donde yo estaba sentado en un escritorio, mi socio en otro escritorio a dos metros, y el otro a dos metros, y hablábamos a los gritos ahí entre los tres, pero reunirnos… estuvimos 15 años así, no había reuniones, hablábamos, o nos íbamos a cenar una noche y hablábamos. Eso hay que aprenderlo también, nosotros todavía lo estamos haciendo, hay que aprender a darle un marco de orden, previsibilidad, tener reuniones programadas, hacerlas, cumplir con lo que decimos en las reuniones. Eso es un trabajo. A mí las reuniones me parecieron durante muchos años una pérdida de tiempo… Hay una canción que dice “este ejecutivo que siempre está reunido”, y después sigue… (Risas)
LG: Yo siempre cuento que cuando voy a una primera reunión con una familia y les pregunto “¿ustedes cada cuánto se reúnen?”, y me dicen “todos los días, porque nosotros almorzamos juntos”, lo que yo anoto en mi cuaderno es “no se reúnen nunca”. (risas)
RM: Claro, ese era nuestro caso.
LG: ¿Cuál es la perspectiva de ustedes? ¿Piensan en el crecimiento, piensan en la consolidación?
RM: Después de 30 años, la empresa nuestra es una empresa conocida en nuestra especialidad, por supuesto, pero en esa especialidad somos conocidos. Tenemos el mercado de Argentina muy bien atendido y por supuesto aspiramos a crecer, porque no somos los mejores, por eso nos esforzamos más, decía una publicidad que leí una vez. Pero como dije el otro día en una reunión que tuvimos con los empleados y los socios, imagino a Exintrader como una empresa internacional, internacionalizada, acá dentro de América Latina, tenemos algunos ejemplos de algunos colegas amigos muy conocidos en Europa, para copiar un poco su trayectoria y seguir. Si bien acá el Mercosur nunca terminó de funcionar como se debe, seguimos teniendo fronteras, barreras aduaneras, aranceles duplicados en los países, la situación no es la misma, pero a mí me parece que podemos encontrar algunos caminos para encarar ese proyecto. La digitalización es una realidad que irrumpió también en los negocios de una manera violentísima, acelerada por la pandemia. Yo todavía no encuentro entre los colegas que consigan ganar dinero en una medida lógica con ese negocio, pero hay que estar, y ver cómo evoluciona para adelante. En cuanto al futuro, algunas de las empresas que nosotros representamos están vinculadas con la provisión de partes para la movilidad eléctrica, que parecía que era el futuro inexorable. Pero resulta que ahora parece que la contaminación que producen las usinas productoras de electricidad para los surtidores de energía eléctrica, contaminan más que un motor a combustión, y por otro lado los motores de combustión interna evolucionaron tanto que la contaminación que producen hoy es mínima. Entonces está todo en duda otra vez. Es extraordinario, porque en tres años, cuatro, cambia un paradigma de un lado para el otro.
CL: Sí, absolutamente. La cotización misma de Tesla era insólita, Tesla sola valía más que todas las demás automotrices juntas, cosa que era ridículo por el nivel de ventas, pero, así era la proyección del negocio.
RM: Sí, hay muchos interese cruzados ahí también, con la industria petrolera, con la industria automotriz tradicional. Veremos, hay que estar con el ojo abierto.
CL: Y a nivel interno, Ricardo, la integración de los parientes políticos ¿ha sido una integración pensada, pausada? ¿Cómo se integró la parte, digamos, de no descendientes directos de las familias?
RM: Se fue dando. Al contrario, yo creo que fue en un principio impensada, ahora está un poco más elaborado. Pero acá uno de los socios falleció, de manera rápida, tuvo una enfermedad que se lo llevó en unos meses, él era contador, y la hija mayor de él era contadora. Y vino en un principio para apagar el incendio, para ocuparse de lo que hacía el padre, y de alguna manera ellos eran socios y quedaron aceptados por mi parte, sin ningún tipo de objeción, incluso ni lo hablamos, cosa que quizás debiéramos haber hecho, pero no fue necesario, no lo consideramos necesario en ese momento. Y ahí entró la primera parte de la segunda generación. Después, con el tiempo, un día yo me di cuenta de que ya no tenía 30 años y empecé a pensar cómo iba a seguir la compañía si yo no estaba, y propuse que empezáramos a pensar en un gerenciamiento, fundamentalmente para la parte comercial, para los desarrollos y todo esa área. Y ahí mi hija mayor, que es abogada, que nunca habíamos hablado del tema, y que nunca creí que iba a venir a trabajar con nosotros, dijo “voy a entrar yo”. Eso fue de alguna manera también aceptado por todos. Y se produjo ahora, no hace mucho, un año y pico, para el desarrollo de toda la parte digital, el ingreso de la segunda hija de mi socio, porque en el medio de este proceso el tercer socio que había se retiró, le compramos su parte. O sea que quedamos ahora dos familias con prácticamente toda la familia ya adentro, trabajando adentro de la compañía. Eso tuvo, por supuesto, discusiones en la última etapa, teñido también con lo que dije antes de la visión a veces desde el cariño que uno tiene por sus seres queridos y no de raciocinio. Pero lo vamos superando, lo vamos llevando, y estamos en una etapa de armonía que seguramente en algún otro momento, va a volver a tener alguna discusión, pero supongo que será natural y tenemos que acostumbrarnos a eso
CL: Sí, claro. Y además me imagino que las etapas de armonía son las mejores para pensar a largo plazo.
RM: Sí, por supuesto. Además nos alegran la vida, porque cuando estamos en un momento así es todo felicidad, y acá adentro un 30% del tiempo son chistes entre nosotros, y está todo fantástico. Así que hay que trabajar para lograrlo.
LG: Creo que es un lindo cierre para nuestro ciclo anual. En realidad, con esta entrevista cerramos este primer ciclo de “Empresa y Familia: modelo para armar”. El hecho de que haya sido una entrevista a un empresario de lo que normalmente se llama del interior del país, de una empresa chica, una empresa multifamiliar, una empresa donde se lucha por la igualdad de género pero al revés, porque son mayoría de mujeres y un solo hombre, me parece que es un digno colofón para este primer ciclo. Y desde lo personal digo, para mí es un gran placer haberlo invitado a Ricardo, una persona a la que valoro y admiro profundamente. Así que, Ricardo, muchas gracias por tu participación. Y espero que el año próximo podamos volver a entrevistarte a vos y a la familia de Exintrader.
RM: Bueno, muchísimas gracias Leo, gracias Carlos. Ha sido un placer. Aprovecho para desearles lo mejor en estas fiestas, y ojalá toda esta basura que pasamos en estos dos años se termine y podamos volver a tener una vida un poco más normal. Muchas gracias.
LG: Igualmente.
CL: Un saludo grande para vos y feliz año también para vos.
RM: Gracias.
LG: Bueno, nos vamos acercando al final del programa y al final del ciclo. La verdad que fue una experiencia realmente interesante, porque nos permitió conocer la práctica de muchos consultores en la temática de la empresa familiar y en temáticas conexas. Y también, este último tiempo en particular, entrevista a algunos empresarios para que nos den su visión de lo que implica el día a día de la relación entre la empresa y la familia. Creo que para un primer ciclo podemos decir misión cumplida, porque lo que buscamos es, fundamentalmente, difundir la cultura de la empresa familiar, de la empresa multifamiliar, y en general de las pymes, que requieren unificarse sobre la base de los dos contenidos que forman parte de nuestro lema, el éxito empresario y la felicidad familiar.
CL: Así es. Y yo quiero insistir mucho sobre algo que empezamos a hablar con Ricardo, en la reciente entrevista que tuvimos con él, que es la mirada del largo plazo. Y hay otro concepto que me parece interesante también sumar acá, que es el de la inversión. Largo plazo para tener una perspectiva que permita a todos saber a qué atenerse y cuáles son los valores y las expectativas reales. Pero el concepto de inversión porque a veces estamos muy acostumbrados a pensar la inversión como máquinas, o como desarrollo productivo, y creo que este programa ha sido muy útil, ha sido muy valioso para los empresarios que escucharon y para los consultores que también participaron y escucharon, para pensar el desarrollo de ambas dimensiones, el éxito empresarial y la armonía y la felicidad familiar como producto también de una inversión, que no necesariamente solamente de dinero ö de expansión de la capacidad productiva, sino también de mejorar los procesos, mejorar la comunicación, mejorar la convivencia y los contratos, en el sentido amplio, que están dentro de una empresa familiar.
LG: Bien, podemos decir “misión cumplida”. Para quienes quieren escuchar algún programa anterior pueden hacerlo en empresayfamiliaradio.com; pueden escuchar en Spotify, Leonardo Glikin o Carlos Liascovich; pueden ver en Facebook, en Instagram, o si necesitan contactarse con nosotros a través de nuestro WhatsApp +51911 666 7519, o enviarnos un mail a [email protected].
CL: Exactamente. Y esta vez, en lugar de decirte “hasta el sábado que viene”, porque el sábado 25 de diciembre no habrá programación habitual en Radio Perfil, así que te voy a decir Leonardo, y a toda la audiencia, nos estaremos viendo en el 2022.
LG: Eso mismo. Hasta entonces y muchas gracias por el apoyo a lo largo de este ciclo, a Robertino, nuestro operador, a Javier Manes y su gente. Y en el segundo ciclo, que probablemente va a empezar a partir de abril de 2022, vamos a retomar contacto.
CL: Así es. Gracias y hasta entonces.