49° programa de 2021 de “Empresa y Familia – Modelo para armar”, conducido por Leonardo Glikin y Carlos Liascovich. En esta primera parte, la entrevistada es Silvia Segat, directora y nieta del fundador del Colegio Watson de Villa Urquiza, que ha cumplido este año 110 años en manos de la misma familia.

Bloque 1

Carlos Liascovich: Buen día Leonardo. Nueva emisión de “Empresa y Familia: modelo para armar”.

Leonardo Glikin: Buen día Carlos.

CL: Bueno, creo que el día de hoy los temas van a ser muy instructivos y muy didácticos, y creo que nunca mejor empleada la palabra didáctica, ¿verdad?

LG: Va a ser un programa dedicado en particular al colegio Watson, un colegio que cumple 110 años de vida, algo muy poco habitual en los colegios. Y entonces, para hablar del tema, hemos invitado a la actual titular del colegio, Silvia Segat. Yo tuve la oportunidad de hacer con Silvia un proceso de protocolo familiar con sus tres hijos, Daniela, Julián y Andrés, y también interactuar con la escuela, y creo que es tanto lo que podemos pensar, reflexionar, aprender, de este tipo de procesos, que también nos pareció interesante convocar a un especialista en temas de educación y de management de la educación, la licenciada Paula Martínez, a la que le damos la bienvenida.

Marisa Paula Martínez: ¿Qué tal? Sí, Marisa Paula Martínez. Sobre mi formación, tengo una maestría en administración de la educación, pero básicamente toda mi trayectoria, como comentaste, Leo, fue en el ámbito educativo, en la gestión educativa. Y como vos dijiste es muy poco habitual, acá, en nuestro país, una institución educativa privada que llegue a 110 años y con esta transición tan interesante que trabajaron.

LG: Y con esta fortaleza, esta energía y esta claridad, así que le damos la bienvenida entonces a Silvia Segat.

CL: Así es. ¿Silvia, estás en línea?

Silvia Segat: Sí, buenos días a todos, gracias por la invitación.

CL: Al contrario, muchas gracias a vos por aceptar la entrevista. Y realmente para nosotros es sumamente interesante incorporar un caso de empresa familiar escuela o institución educativa.

LG: Hola Silvia, un gusto saludarte.

SS: Hola.

LG: Bueno, creo que sería bueno un poco que cuentes cómo están viviendo estos 110 años y de alguna manera la evolución del colegio desde que estás a cargo, porque deduzco que no estás desde el comienzo (risas)

SS: Así es. Lo novedoso también, aparte de la larga historia, es que mi abuelo, Horacio Watson, cuando salió de su Inglaterra natal, lo hizo, entiendo yo, sin la perspectiva de fundar un colegio. Él decidió venirse a Sudamérica solo y después, con el transcurrir de los meses, fue creciendo en él el deseo de fundar una escuela. Así que algo que por ahí puede sonar a anécdota es que él se presentó en la primera guerra mundial para luchar por Inglaterra y lo rechazaron.

CL: Ya vivía acá por supuesto.

SS: Ya vivía acá. Sí, él habrá venido los primeros años del siglo XX, y cuando se desató la primera guerra él se presentó, ya había fundado el cole en 1911, y lo rechazaron por un problema de vista, él no podía ver bien. De modo que el destino lo trajo a estas tierras y a seguir adelante con el colegio, sinó no estaríamos hablando en el día de hoy.

CL: Supongo, Silvia, que tu gestión al frente del colegio habrá tenido una porción de vocación y una porción de mandato. ¿Cómo se tramita ese dilema?

SS: Sí, interpretaste muy bien, hay una porción de mandato y una porción de vocación. De hecho, a la muerte de mi abuelo lo sucedió mi madre, y cuando mi madre estaba ya por jubilarse me designó a mí. Y, sinceramente, no fue algo elegido por mí en primera instancia. Yo era muy joven, no llegaba a los 20 años y la verdad es que no me sentía capacitada.

CL: ¿Vos pensabas estudiar educación o seguir la carrera educativa?

SS: Sí. Yo me siento… ¿viste esas personas que dicen “nació para enseñar”? Bueno, yo lo siento como una total vocación, no podría concebir otra manera de hacer mi vida si no es a través de la educación. Me siento totalmente compenetrada con mi profesión. Así que no era un tema de vocación, sino que yo era demasiado joven, como te digo, y no me sentía capacitada, de modo que asumí el cargo sin estar muy convencida. Por supuesto, y con el correr del tiempo, y después de la muerte de mi madre, me hice cargo totalmente convencida de que debía sucederla, ya no por mandato, sino por libre elección.

LG: Vos decías, Silvia, que tu vocación y tu practica tiene que ver con la educación, pero sé que también has publicado libros, y creo que estaría bueno conocer un poco esa faceta tuya también.

SS: Sí, es verdad, esa es mi otra dedicación a la escritura. Con mucho gusto yo escribí cuentos, con mucho placer. Empecé por escribir cuentos para chicos y publiqué también numerosos libros, siempre hablando de literatura de ficción, es un tema en el que, es cierto, me siento muy bien. Así que a esta altura ya escribí y edité y publiqué alrededor de 9 o 10 libros, tanto en castellano como en inglés. Y al terminarlos siento que… es parir un hijo, es decir, los publico y ya no son míos, son de todos los lectores.

CL: Marisa, me interesa tu mirada y tu experiencia en el trabajo con empresas de familia y este vínculo con instituciones educativas. ¿Qué particularidad tiene esa intersección?

MPM: Mirá, yo denomino mi trabajo como consultora de familias propietarias de escuelas. Porque me pasaba, cuando empecé a trabajar, que las instituciones educativas muchas veces no se consideran empresas, porque esto es educación…

CL: Hasta es mal gusto.

MPM: Claro, hace unos años era mala palabra. ¿Qué tal Silvia? Un gusto. Por ahí Silvia me podrá acompañar. Estos ámbitos eran mala palabra en los ámbitos educativos.

SS: Totalmente.

LG: Bueno, en la práctica, en nuestro trabajo del protocolo familiar, con la familia de Silvia, efectivamente, el concepto de empresa y poder pensar ciertas cosas con un criterio empresarial aparecía como un cambio cultural muy fuerte.

MPM: Sobre todo, y me gustaría un poco que nos diga Silvia, este tema de que la formación docente, el amor por la docencia, que ella evidentemente comenta, no nos prepara para gestionar una empresa, o sea, son como campos diferentes. Y me gustaría preguntarte Silvia, ¿cómo fuiste transitando esos mundos distintos? Que, bueno, finalmente se unen, porque uno es propietario de la institución educativa, y también le brinda toda esa importa docente. ¿Cómo lo pudiste transitar?

SS: Muy interesante tu pregunta. Porque muy al principio de mi asunción de mando, entre comillas, yo empecé asistiendo a congresos, seminarios, simposios, en relación con la educación, dirigidos a todos. Todos quiere decir docentes, directivos, dueños de colegios, preceptores… bueno, todos. Y, la verdad, te digo sinceramente, me aburrieron, porque los temas eran, a mi modo de ver, demasiado cerrados, entre comillas, dirigidos a personas que están únicamente en el tema de la educación. Pero por suerte, como tengo una mentalidad bastante abierta, creo que Leonardo deberá estar de acuerdo conmigo…

LG: Totalmente de acuerdo.

SS: … empecé a asistir a seminarios, congresos, dirigidos a empresarios, y me encontré con la gente más diversa, propietarios o que trabajaban en empresas, cuando todavía las instituciones educativas no eran consideradas como tales. Y me encantó, me sentí en mi salsa, porque pude conocer a gente muy diversa, pude… enfrentar no es la palabra… pude encarar al colegio como una empresa y entonces esto me abrió mucho la cabeza. Por lo cual desistí de ir a congresos, seminarios o lo que fuere, dirigidos únicamente a gente que está en el tema de la educación, y fue muy bueno para mí esta experiencia, es más, en uno de ellos me gané una impresora, lo cual me hizo muy feliz. (risas)

MPM: Muy bueno.

LG: O sea, lo significativo es que ganaste una impresora o un borrador. (risas)

CL: Exactamente.

SS: O un puntero. (risas)

LG: Y, Silvia, contanos, ¿qué dice la comunidad educativa de los 110 años del Watson? ¿Cómo es vivido por los ex alumnos, por los alumnos, por los docentes, por los padres?

SS: Bueno, lamento decir que esto se vive de lejos, también entre comillas, porque al no tener un acercamiento presencial, cara a cara, y en todo caso cara a cara pero con barbijo, hace que nos falte mirarnos a la cara descubierta, darnos un abrazo, un saludo, es todo, todo virtual. Entonces lo que hicimos, porque no nos cabía otra, es publicar en nuestra página web, todo lo que hicimos a lo largo de este año en relación con el aniversario. Por ejemplo, una muestra de arte, la grabación de un disco con temas en inglés con alumnos y ex alumnos, los trabajos de los chiquitos del jardín, también la publicación de los ganadores de un concurso que hicimos llamado “biografía apócrifa de Mr. Watson”. Entonces todo esto lo saben los papás, los alumnos y los docentes a través de nuestros mensajes y publicaciones en la página web.

CL: Claro. Ahora, respecto de esta transición que planteaba Leonardo al principio, cuando te presentó y presentó el caso, me resulta interesante el procedimiento que ustedes adoptaron respecto del protocolo en el caso del colegio. ¿Cómo surgió el tema? ¿Cómo nació la preocupación o la visión de seguir ese procedimiento?

SS: Interesante también tu pregunta. Mirá, al ser hija única, siempre mi preocupación fue que mis hijos recibieran en partes iguales mi legado, entonces me contacté con Leonardo, no me acuerdo muy bien a través de quién, porque consideraba que yo tenía que hacer los papeles legales en una situación totalmente clara, transparente, para no tener problemas en el futuro. Y la verdad me resultó increíble esto de relacionarme con Leonardo y el psicólogo Eduardo Larriera, porque en estos dos años siento que crecimos y llegamos a hacer el protocolo familiar, cosa que me parece indispensable. Yo he sugerido esta propuesta a alguna gente conocida mía, dueños de colegios, porque me parece fundamental. Hay una edad que uno tiene que plantearse la sucesión, y lo bueno es planteárselo en vida, cuando estamos todos saludables y conscientes de lo que hacemos.

LG: ¿Cómo dirías que articulan tus hijos en relación a este proyecto?

SS: Bueno, mis tres hijos adhirieron a esta propuesta y surgió de una forma, de lo más natural, que uno de ellos asumiera el cargo de vicedirector general, y esto fue muy bueno. Porque en lo que va de la historia del colegio siempre la conducción fue unipersonal, de mi abuelo a mi madre y de mi madre a mí; ahora, estamos en la cuarta generación, con mi hijo Julián, a quien le di la posibilidad de elegir, para que no pasara como en mi caso, que me vino de arriba, sin posibilidad de pensarlo bien. Por suerte él aceptó y está moviéndose muy bien, y lo principal es que él quiere mucho al colegio, lo mismo que mis otros dos hijos, pero, mientras que los otros dos se dedican a otros temas, Julián está muy inmerso en la vida cotidiana del colegio.

CL: Marisa, me gustaría conocer tu punto de vista, y además que nos cuentes la formación que estás teniendo en el IADEF a través de esta novedad relativa en cuanto a los consultores de empresas de familia certificados, y cómo esta formación te puede sumar, o le puede sumar a un consultor de familia y en empresas de familia respecto de situaciones como esta.

MPM: Cómo no. Respecto a la opinión de la situación de la escuela, yo tengo un montón de preguntas, porque, vuelvo a decir, trabajo con instituciones educativas, con familias, pero tan añosas es poco común, así que creo que la experiencia de Silvia y su familia puede ser muy rica y muy positiva para otras familias que trabajan en escuelas. Con respecto a la formación que estamos haciendo de certificación de consultores de empresas familiares, en el marco del IADEF, es sumamente enriquecedora, porque cada uno ha tenido experiencias y trabajos en distintos rubros. Y, bueno, es un barajar y dar de nuevo de un montón de conocimientos que por ahí uno con la práctica a veces no se detiene a retomar aspectos de fundamentación, aspectos de formación. Y la verdad es que el equipo de gente que nos está formando es muy interesante, son los más preparados en ese sentido, y es muy positiva la experiencia que estamos teniendo. Quería hacer una pregunta…

CL: Sí, claro.

MPM: Hay una situación, Silvia, que se produce en las escuelas: si después de tantos años, tenés generaciones de familias que han sido alumnos de tu escuela, quería preguntarte si se da. Y específicamente si en tu familia, ustedes fueron a su misma escuela, porque para los propietarios de escuelas es todo u intríngulis, o sea, “¿a mis hijos los mando a otra escuela o a la mía?”.

SS: Bueno, entonces vamos atrás, a cuando mi hija mayor empezaba el jardín, y yo estaba felizmente casada. En esos momentos mi marido no estaba de acuerdo con que mi hija asistiera al mismo colegio, entonces buscamos otro jardín. Cuando iniciaron la escuela primaria, los otros dos hijos, pasó exactamente lo mismo. Te puedo decir que estos tres hijos míos estuvieron en cuatro instituciones educativas diferentes, con distintos perfiles, absolutamente distintos. El cuarto lugar fue precisamente el colegio Watson, porque llegamos a la conclusión de que podíamos hacer nuestros reclamos y nuestras miradas e iban a ser suficientemente bien acogidas. Nos pasó en otras instituciones que no nos escuchaban o que, si no nos gustaba determinada medida pedagógica o disciplinaria, ellos seguían su ruta, en cambio aquí pudimos hablar cara a cara con los directivos o con los profesores. De modo que mis tres hijos, fueron a un jardín equis, después hicieron la primaria en dos escuelas diferentes y terminaron su secundario en el colegio Watson. Por supuesto no voy a negar, porque sería muy necio de mi parte, decir que no hubo problemas. Claro que hubo problemas, pero una cosa es resolver esos problemas cara a cara con personas de nuestra confianza y sabiendo que vamos a ser escuchados, y otra es plantear problemas en una institución donde no hemos sido suficientemente escuchados. Pero reconozco que la decisión no es nada fácil. Me refiero a la decisión de ¿mandamos a nuestros hijos al mismo colegio del cual somos dueños o no? No sé si contesté tu pregunta.

MPM: Sí, totalmente. ¿Y ellos qué opinan de la experiencia? ¿Están contentos con la cursada que tuvieron en secundaria? ¿Cómo lo vivieron desde el papel de hijos?

SS: Mirá, nunca les pregunté cómo lo vivieron. Sí te puedo decir que los tres, mejor dicho, los dos varones fundamentalmente, y mi hija mayor en menor medida, siguen todavía contactados con sus compañeros de escuela. Esto me da tranquilidad y me hace bien, yo creo que esa es la mejor devolución que ellos me pudieron hacer de su tránsito por el colegio, seguir conectados con verdaderos amigos que hicieron en su secundaria.

LG: ¿Y qué significa para vos, Silvia, haber llegado a los 110 años?

SS: Uff…(Risas) Un montonazo. Con mucha carga emocional, muchísima, pero fundamentalmente cuando escucho o leo mensajes de alumnos, de ex alumnos y de papás, estoy pensando fundamentalmente… el último mensaje lo recibí ayer, de una mamá que fue mamá del colegio durante 25 años, un montón de tiempo. Ella mandó a sus tres hijos al colegio, y su hija menor está terminando el quinto año. Entonces, leer lo que ella escribió, me llena de alegría, de felicidad, de satisfacción. Y cuando pienso en todo el esfuerzo y toda la responsabilidad, y lo que implicó, momentos de mucha angustia, de mucha tristeza, anche de desesperación, pero leer mensajes así es como que me dan las ganas, fundamentalmente, de seguir adelante, pase lo que pase. Ir al colegio representa estar con los chicos, con los adolescentes, sentirme viva, me siento sumamente complacida, orgullosa y feliz de tener a cargo una escuela y no otro tipo de empresa. Porque, repito, los chicos y los adolescentes son la vida, la vida de una empresa.

CL: Con respecto a la organización del trabajo entre tus hijos, hay uno de ellos que asumió la continuidad, por así llamarlo, por lo que has relatado. ¿Y los otros dos qué vinculo mantienen con la empresa y en general con la institución? Más allá de que no ejerzan puestos gerenciales o de dirección.

SS: Ellos siguen en contacto fundamentalmente por el trabajo que estuvimos haciendo con Leonardo, y además tenemos, aparte, un grupo familiar, nosotros cuatro, mis tres hijos y yo, entonces el contacto es permanente. Ellos están a mi lado cuando tienen que estar. No sé si soy clara en la respuesta. Por más que no estén, como se dice comúnmente, de cuerpo presente, están al tanto de los problemas o de las situaciones escolares más significativas. Si bien no están al tanto del día a día, ni de los movimientos escolares, sí están al tanto de las decisiones, de los movimientos de personal, de los nombramientos o, al revés, de las jubilaciones, de personas que han sido sus profesores. En definitiva, no están alejados de la vida del colegio, por más que no estén aquí.

LG: ¿Y por qué dirías que los padres eligen el Watson?

SS: Por la gente. Eso te lo digo sin pensarlo dos veces. En este sentido, voy a ampliar un poquito, si tenemos tiempo amplio un poco mi respuesta.

LG: Sí, adelante.

SS: Ediliciamente el colegio nunca fue de acuerdo a las expectativas, y más hoy en día, que quieren mucho espacio, mucha luz, fundamentalmente mucho espacio. Pero a la hora de poner en la balanza espacio y material humano, lejos se quedan con el material humano. O sea, eso no tengo ni que pensarlo. No solo porque lo siento así, es porque está explícitamente declarado, entre comillas, por los papás, por ejemplo, que vienen a averiguar, y preguntan al director o a la secretaria… cuando ellos les preguntan “¿por qué eligió este colegio?”, bueno, porque sabemos quiénes trabajan aquí y cómo trabajan aquí, sabemos que no somos un número, que hay mucha dedicación, por la gente que trabaja nos conocemos por el nombre, conocen a nuestra familia… estamos en este momento recibiendo bisnietos de alumnos, fíjense lo que es esto. Al estar durante 110 años hay bisnietos de alumnos que están asistiendo al colegio.

CL: Sí, no quiero imaginar además lo que sería Villa Urquiza. Siempre estuvo en Villa Urquiza ¿no?

SS: Siempre en Villa Urquiza, siempre al lado de la estación, y no me explico por qué.

CL: Lo que sería Villa Urquiza en 1911, digo… campo prácticamente.

SS: Era un lugar de quintas para pasar el fin de semana, así es. Preparaban el bolsito y, así como ahora se van al country, en esos principios del siglo XX se venían a Villa Urquiza a pasar el fin de semana, una maravilla.

CL: Claro. Sí, porque supongo que además el vínculo entre la institución y el barrio ha sido muy potente, eso también ha sido una realimentación permanente ¿no?

SS: Totalmente, sí. De hecho, no teníamos familias inglesas, porque los inmigrantes, las familias inglesas, irlandesas, escocesas, mandaban a sus hijos a colegios de la zona sur, o de la zona oeste.

CL: Claro, por el ferrocarril.

SS: O Belgrano, Belgrano R, también, como el Belgrano Dayschool, el St. Georges, el Northland y todos esos colegios en otras zonas que nada que ver con Villa Urquiza.

MPM: Una de las cosas que conozco un poco de afuera, de espectadora del colegio, es que la impronta o el perfil tiene que ver con que es una escuela bilingüe, pero que desde el principio, como ella comenta, se abrieron a la comunidad, que ese es un tema que muchas escuelas bilingües no lo hicieron, sobre todo en sus orígenes. Y fue muy valorado en seguida por la comunidad eso, ¿no es cierto? Que abrieron sus puertas desde el comienzo.

SS: Sí, es verdad. Algo que tuvo excelente mi abuelo, y es una pena no haberlo conocido, porque cuando más pasa el tiempo, más segura estoy de que nos hubiéramos llevado muy bien, en la personalidad y en los gustos, y en las inquietudes personales. Él nunca quiso cerrarse a la comunidad británica, todo lo contrario, lo primero que hizo fue aprender la lengua, recibirse de maestro bilingüe, e inclusive escribió libros y tradujo del castellano al inglés y viceversa, para ser usado en las clases, por ejemplo, de historia, de geografía. No se mantuvo cerrado a la comunidad, por suerte. Así que eso hizo que siempre fuéramos un colegio abierto a los argentinos fundamentalmente.

LG: Y hoy es un colegio que tiene una fuerte impronta también en temas de informática, ¿verdad?

SS: Sí, sí, no pudimos quedarnos atrás. Justamente hace poco empezamos con robótica en el jardín y en el primer ciclo, porque no podemos quedarnos quietos y todo el tiempo tenemos que actualizarlo. Ese es uno de los motivos también por los que nos eligen. Volviendo por unos segundos a la pregunta inicial, por qué lo eligen los papás, yo diría que, además del inglés, sería el tema de la informática, tecnología y también los deportes.

CL: Está clarísimo. Me parece que ha sido un resumen acabado, Leonardo, del caso y de la evolución.

LG: Sí, efectivamente. Yo le comentaba a Marisa, en el marco de su formación como consultora de empresas familiar certificada, que el modelo que ha elegido la familia para el traspaso generacional es lo que llamamos un modelo integrativo, porque esto implica que el hecho de que uno de los miembros de la siguiente generación esté a cargo actualmente de la vice dirección, y en el futuro probablemente de la dirección, no significa que sus hermanos dejen de estar involucrados. Por el contrario, todos los integrantes de la siguiente generación se reivindican como futuros propietarios y, en todo caso, uno de los hermanos es el que lleva adelante el día a día. Pero de pronto es algo muy significativo este concepto, porque le da mucha más solidez y, en definitiva, trascendencia a un proyecto empresario familiar.

CL: Es desafiante me imagino, y además, a la vez permite pensar a futuro un proyecto como este, ¿no Marisa?

MPM: Por supuesto. Fijate que la impronta que comenta Silvia es un poco mirar hacia futuro con su familia, con la institución, y me parece muy interesante para quienes estén escuchando, una muestra, un hecho en donde no es necesario estar en el día a día para formar parte de la familia que acompaña con la impronta, acompaña con los valores, y acompaña estando, acompañándola a Silvia como ella nos comenta. No es necesario estar en el día a día, sí acompañar el proyecto familiar y los valores.

SS: Tal cual.

LG: Bueno, Silvia, la verdad muy contentos de haber podido mantener esta entrevista contigo, y seguramente en el futuro vamos a organizar alguna otra actividad en la que también nos cuentes un poco más de tus cuentos y tu impronta literaria.

SS: Cómo no. Me gustaría, Marisa, que nos vengas a visitar cuando quieras, cuando puedas.

MPM: Por supuesto, tomo la invitación, a mí me encantaría visitarlos, cómo no.

SS: Y vernos y conocernos. Así que cuando quieras, Leonardo tiene mis datos, mi mail, mi teléfono y nos conocemos personalmente.

MPM: Muchas gracias.

CL: Bien. Bueno, creo Leonardo que ha sido una entrevista muy interesante y nos va a aportar mucho a futuro.

LG: Sí, totalmente. Así que, bueno, muchas gracias Silvia Segat, muchas gracias Marisa Martínez, y seguimos entonces con el programa.

CL: Seguimos con el programa, que tenemos un segundo bloque sumamente interesante. Si querés adelantar el tema…

LG: Sí, lo adelanto. Acaba de salir un fallo revolucionario, porque una jueza de Tartagal, que es a quien vamos a entrevistar ahora, dispuso que, en lugar de tomar una serie de medidas precautorias que iban a dar un juicio interminable, su definición fue que esa familia en crisis debe acogerse a una consultoría en empresa familia; e incluso en el fallo menciona, si bien no es obligatorio pero sí lo menciona, al IADEF como una institución de excelencia a la cual se puede recurrir en búsqueda de ese asesoramiento, consultoría, que esa familia está necesitando.

CL: Perfecto. Bueno, un antes y un después. En un ratito ya estamos, inmediatamente después del tema musical, con la jueza de Tartagal.